a) ECONOMIA:
La actividad económica más común en los llanos es la cría de ganado. La mayoría
de la región se encuentra en manos de pocos ganaderos que poseen grandes
haciendas de 10.000 a más de 100.000 ha. Sin embargo, la cría del ganado es de
baja densidad, usualmente 0.2-1 animal por hectárea, y los animales se
encuentran libres y comen pasto natural en los prácticamente vírgenes
panoramas. De su cuenta, los animales se mueven de bancos a bajíos a esteros a
medida que la estación seca avanza, y de vuelta cuando la sabana se inunda otra
vez. Como resultado positivo, el impacto de la ganadería en el ecosistema es
bajo.
De las 28 millones de hectáreas que cubren los llanos, la
ganadería de este tipo usa alrededor de 6 millones de hectáreas, mientras que
la producción vegetal utiliza alrededor de un millón de hectáreas.
b) POBLACION:
A pesar de su extensión, la población de los llanos es solo de 4.025.552
habitantes, lo que representa el 16,6% de la población nacional, y una densidad
de 15 habitantes por Km2 en comparación con 26 habitantes por km2 de la media
nacional.
El 78% de esta población habita las ciudades más importantes
como San Juan de los Morros, Calabozo, Zaraza, San Fernando de Apure,
Guasdualito, Elorza, Barinas, Guanare, Acarigua, San Carlos, El Baúl, Valle de
la Pascua, El Tigre, Píritu, Caripito y Maturín.
Según proyecciones de la OCEI en 2000, la población rural de
los Llanos es de 714,691, con una densidad de 2.6 personas por kilómetro cuadrado.
Los estados con una tasa de crecimiento superior al promedio
de la región e incluso al nacional son Apure, Portuguesa y Cojedes, los que
constituyen en las zonas de mayor dinamismo demográfico. Guárico, Monagas y
Anzoátegui presentan una tasa de crecimiento inferior al promedio regional, sin
embargo, en comparación con las tasas de décadas anteriores todas las entidades
registran un aumento en el ritmo de crecimiento
c) JERGA Y HABLA:
Es la modalidad hablada en los llanos venezolanos, una de sus características
es un considerable léxico aborigen producto de la fusión de ambos idiomas. La
letra s se aspira, así se tiene:
― ¿Vaj [vas] a arriá
el ganao?
―Ji [sí].
Fonética
Posee yeísmo y articulación de la “r” hasta su debilitamiento
(vorqueta por volqueta, fenómeno visto en Arauca) o su desaparición en el
infinitivo (ventiá, aserrá, ordeñá, cogé…)
También tiene la articulación de la “s” (implosiva), la
aspiración (maíh = maíz) o pérdida (cataplama = cataplasma). También aparece el
rasgo de la aspiración de la “s” prevocálica (ji eñol, eso je li olvida = sí
señor, eso se le olvida).
Sus fricativas intervocálicas (b-d-g) se debilitan, o bien,
desaparecen en el habla llanera (auacero = aguacero).
Conserva el sonido de la antigua “h”. Es un rasgo más visto
en Venezuela, Arauca y Casanare (joyo, jumo, mojo, jallan, sajuma, ajoga, ajita
por hoyo, humo, moho, hallan, sahúma, ahoga, ahíta).
Gramática
Suprime, o bien, debilita la –s redundante del plural, v.g.:
los antioqueño, loj perro, cuatronarice (cuatronarices, especie local de
serpiente), loj padrino.
Tiene una composición nominal similar a las hablas costeñas,
v.g.: pativoltiao (pata + volteado, es decir, sustantivo + adjetivo).
Formación del pretérito compuesto de subjuntivo con el verbo
“ser”, v.g.: “Si no fuera (hubiera) sido por Guadalupe Salcedo…”
Léxico
Algunas formas léxicas de origen costeño registradas en la
región son: “cautivar” (cultivar), “concha” (cáscara, corteza), “pollino” (asno
joven), “yerna” (nuera).
También tiene aportes del occidente colombiano como “hamero”
(envoltura de la mazorca), “choclo” (maíz tierno) o “rabipelao” (zarigüeya).
d) CULTURA:
Deporte: El deporte de la región es el coleo,
competencia similar al rodeo norteamericano, que consiste en derribar reses
desde un caballo en estadios llamados mangas construidos especialmente para
esta actividad.
Artesanía: Para estas se utilizan
materiales como el cogollo de palma sabanera, el cogollo de moriche, la
arcilla, semillas, madera, cuero, guaruras, azabache, entre otros y así se
fabrican tinajas, chinchorros, sombreros, alpargatas y artesanías de cuero. Un
tipo de artesanía más especializada pero igualmente autóctona se encuentra en
la elaboración de los instrumentos típicos de la región, como el cuatro, arpa y
maracas.
Comida: se basa en peces de río, carne, arroz, yuca y maíz, los
cuales se utilizan en una variada gama de platos criollos. Con la yuca se
prepara casabe, o se come frito o sancochado, y con el maíz se preparan arepas.
Platos autóctonos de la gastronomía local son el pisillo de chigüire, el pastel
de morrocoy, el paloapique llanero, el currito apureño, el guiso de galápago, y
la carne en vara. Con el pisillo de chigüire se prepara el pabellón veguero,
compuesto por el pisillo, arroz, tajada de plátano frito maduro y queso.
Vestuario: El liqui liqui, Camisa de cuadros con jeans y botas o
sombrero llanero, pantalón caqui, camisa blanca y alpargatas.
Música: La música llanera es el represéntate máximo de la cultura
popular venezolana y es comúnmente utilizada como sinónimo de música
venezolana. Esta música se distingue por el uso del arpa, las maracas y el
cuatro. El baile de la región es el joropo, que también es el baile nacional de
Venezuela.
La música de los llanos es popular en toda Venezuela y entre
los músicos más destacados se encuentran Reynaldo Armas, Teo Galíndez, Rummy
Olivo, Cristóbal Jiménez, Ignacio Figueredo y Juan Vicente Torrealba. Otros
ritmos de la región son los golpes, los pasajes, las tonadas y los
contrapunteos.
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